lunes, 30 de enero de 2012

Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas


En el nuevo paisaje en que vivimos, nadie vive eternamente en cien metros cuadrados, como pasaba antes. Creo que lo oportuno es ir acostumbrando a ser algo extranjeros en nuestra propia tierra, y algo nativos en otras tierras. Esto es el centro de la educación del futuro: educar en esta flexibilidad. De lo contrario, lo único que podemos esperar es una especie de grandes violencias internas en el seno de la megápolis. Educar en esta flexibilidad no es algo violento a la naturaleza humana, sino reflotar en la naturaleza humana ese carácter nómada interior. Esto es básico desde el punto de vista literario-artístico, incluso filosófico: tenemos que desembarazarnos de esa idea patriarcal de patria y de alguna manera buscar ser buscadores de patrias -sin despreciar el propio origen- pero ser buscadores de patrias.

Rafael Argullol



Admiro en los pájaros su autonomía al poco de nacer y el traspasar fronteras cuando la inclinación del sol avisa de nuevos fríos. Incomprensible me pareció siempre el empeño del hombre por pertenecer a algo más que a sus propias botas, extendiendo como mucho los límites a otras botas queribles, de carne y hueso bajo el tacón. Me caben en la cabeza, y en el pericardio, unos cincuenta pares de suelas más, tirando por lo alto. La tierra que piso no tiene mayor valor simbólico para mí que la de soportar mi peso.

Y esto viene a colación porque últimamente siento unas irremediables ganas de escapar de este país. El problema sería dónde, no es que soplen muchos mejores vientos por allá, esté dónde esté ese allá. Malos vientos, los peores, los que traen de la mano el conservadurismo y el individualismo más atroz. Sólo hay que echar un vistazo a la política internacional aunque al menos, cuando lo hago, existe el parapeto de la distancia. Si me centro en la nacional no tengo ni ese consuelo, me brotan espumarajos, por lo que he decidido dejar de ver telediarios y los periódicos apenas los picoteo (El País sigue con una deriva derechista que me hace temblar y El Público se va al garate, que no es que me entusiasmara pero algo cubría). Todo se centra en blogs políticos e independientes y conversaciones, no necesito ni deseo mayor información que la que ordena mi criterio. Y así me quedo patidifusa cuando contemplo como en mi Comunidad andan finiquitando la Enseñanza pública y poco le queda a la Sanidad. O cuando valoran crear unas Vegas en la ciudad aunque para hacerlo sea necesario modificar constituciones y leyes gubernamentales. Todo sea por la pasta y el prestigio cultural que sin duda otorga el juego. Y Gallardón, oiga usted, con lo majo y progre que era -se rumoreaba por la capital- por fin desalojando la piel de cordero y enseñando los dientes en su ansiada pirámide, perdón, quise decir Ministerio de Justicia. Y murió Fraga, el señor -no Don Guido,ese no, ¡ay, Antonio!- y todo son loas a la salud de la democracia y mira que yo recordaba haber vivido y aprendido otra historia pero que no, que estaba equivocada y por lo que se ve en exceso confusa: otro tipo de lo más majo, de verdad, un encanto de hombre, que de vil e infame nada, pero nada de nada, un tipo cabal, coño, todo un español de pro. Luces y sombras, decían en los titulares, pero se ve que debieron dejar encendidos los flexos (¿serían los mismos de las comisarías de antaño? Los que deslumbraron a Enrique Ruano y le hicieron precipitarse por la ventana, esos serán) y ni una sombra reflejaban los obituarios. Y Amnistía Internacional asistiendo a uno de nuestros juicios, como asistirían al de cualquier democracia bananera, juzgando al que buscaba juzgar porque esos que dicen llevar las manos limpias a fuerza de ensuciarlas con el fango de su ideología por fin tienen la sartén por el mango. Y qué descanso provoca que la gente de orden imponga la ley de la selva porque el neoliberalismo, Tea Partianos o Neocoms -elijan la especie de alimaña que gusten- unido al capitalismo es lo que tiene: la anarquía del más fuerte y que los débiles se jodan o que hubieran elegido nacer en una buena familia, quién les mandará. Y es un discurso tan sutil que poco a poco se va filtrando en la vida cotidiana y lo que antes parecía impensable ahora está digerido. Solo que, ustedes me perdonarán, la digestión provoca unas flatulencias que terminan por apestar todo.

O será que mi olfato siempre fue muy delicado y detectaba con anticipación la gangrena, vaya usted a saber. Yo, en este mundo tan versátil y entretenido -día sí y día también- ya no puedo descartar nada.

10 comentarios:

Darío dijo...

Ir escapando del noeliberalismo, o como se llame. Andar por el mundo buscando la bandera que mejor rime con nuestros sueños, y no esta grisura a la que pretenden condenarnos. Un abrazo.

El peletero dijo...

Apreciada Marga, no acostumbro a dejar opiniones políticas en los blogs, lo hice hace un tiempo y fue una experiencia desagradable que no pienso repetir.

Creo, de todas maneras, que tiene usted mucha razón en lo que dice al decir que en este mundo entretenido y versátil todo es posible, no se puede imaginar cuánto.

En realidad lo “posible” ya está, y estaba, sucediendo, aunque, sin duda, puede empeorar.

Saludos.

Marga dijo...

Joven Cuervo, nada de banderas, es que me dan algo de tirria... debe ser que este país practicó, y practica, un juego algo perverso con ellas.
Pero sí a los sueños, eso siempre!
Abrazo va.

Señor Peletero, ya, no se preocupe. Como ya le he dicho en alguna ocasión a mí es que me cuesta morderme la lengua y en general hablo (protesto) hasta debajo del agua. Pero respeto cualquier opción no impuesta, faltaría más.
En cualquier caso, decirle que én esta cueva cualquier debate es posible, siempre y cuando se esté dispuesto a la réplica, y que aunque no se llegue a ningún consenso, al final se practica el "a otra cosa mariposa"... no mezclo churras y merinas.

Además, esto es sólo una pantalla y a mí me gusta morder yugulares en directo si de discutir se trata

(Por supuesto esto último es broma, jeje).

Saludos versátiles.

TORO SALVAJE dijo...

A mí me gustaría que escapáramos de la miseria.
De la de la izquierda y de la de la derecha.
Ese cliché se ha hecho viejo.

Habrá que inventar otro.

Besos.

Carmela dijo...

Tienes mucha razón en lo que dices Marga y yo hace ya tiempo que dejé los telediarios y los periódicos. Pero me repatea que tengamos que pensar en escapar, me gusta dónde vivo, me gusta mi ciudad y me gusta el lugar en el que habito y creo que la solución no es irse. Tampoco tengo la solución, ojalá, pero creo sinceramente que tal cómo vamos esto tiene que explotar por algún lado, no creo que sea aguantable por mucho tiempo más y solo espero que podamos encauzar esa explosión de una manera útil para todos los que queremos vivir de una manera justa y humana.
Un beso, y no dejes de hablar no debajo de la ducha!!!

El peletero dijo...

No me tiente, que mordiendo yugulares, y sorbiendo toda la sangre, soy bueno, no le quepa duda.

Sobre su tolerancia, la suya, y respeto, el suyo, no me cabe duda a mí. Pero a estas alturas del partido no sé de qué hay que hablar, no lo digo por usted, lo digo en general.

Saludos.

Licantropunk dijo...

Amén a todo eso: voy a desenchufarme de los telediarios durante cuatro años (al menos): mi úlcera lo agradecerá.
Pero en una cosa no estoy de acuerdo: de mi tierra no me mueve nadie. Qué se vayan ellos. Yo quedaré aquí, anclado a la piedra dorada como un Unamuno desaliñado y la infinitésima parte de sabiduría que tenía él. Y sí, ay, me tengo que ir fuera a trabajar, sin duda seguiré aquí.
Saludos.

Marga dijo...

Toro, lo de la persistencia de la miseria va unido a la práctica de un capitalismo disfuncional y la defensa a ultranza de ese capitalismo (que insisto, ha demostrado en varias ocasiones, no sólo ahora, su incompetencia) es practicada por la derecha... cómo pues puede asegurar que izquierdas y derechas son un cliché viejo?
De acuerdo que la izquierda esté muda, de acuerdo que anden ya no perdidos sino desaparecidos, pero de verdad que la derecha no existe? no es capaz de verla? pero si no han cambiado ni un ápice su discurso. Me deja, usted también, patidifusa...
Como le decía, lo que hace apenas unos años nos parecía impensable, ahora está totalmente digerido.
A mí no me asusta la existencia de la miseria, lo que me aterra es que perdamos la capacidad de identificarla...

Un besote!

Carmela, ya, si a mi también me repatea. Y en cuanto a lo de explotar... la historia nos cuenta que si acaba por hacerlo, que no sé yo, lo hará del peor modo posible. Pero de verdad que es complicado, no veo yo por ningún lado la más mínima intención de resistencia. Una resistencia real y no de escaparate...
Besote!!!

Marga dijo...

Peletero, no lo dudo, en absoluto, jajaja.
Y le entiendo, o eso creo. A estas alturas del partido lo único que puedo destacar es la incapacidad discursiva en la que hemos caído todos. Al menos yo, a pesar de lo que pueda parecer.

Licantropunk, ajá, te entiendo, claro, listo, las piedras como las de tu ciudad podría ser de lo poco que me retuviera, además de mis suelas... jajaja.
Pero es que yo soy una descastá, eso es lo que sucede, jeje.
un saludo!

Magnolio dijo...

Sí señora, tiene Vd. toda la razón y la mejor de las labias para expresarse respecto a las patrias, y patriotas: esa especie con una capacidad de reproducción asombrosa. Asombrosa por chulesca, por infame, por mentirosa en lo que dice y en lo que hace, claro está, porque respecto al pensamiento y las ideas, allá cada cual con sus piedras.

Sí, por favor, sigamos asombrándonos de que los asesinos sean ensalzados, o de que se denominen como tales, en función del lado de los disparos.

Sí, por favor, indignémonos (cuando menos) por unos hechos que van - y lo que van a ir - mucho más allá del mero discurso, pero sobre todo no nos olvidemos que están ahí porque una mayoría, otra vez, les ha puesto ahí.