miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

Esta niña es un poco extraña, acabamos de volver del centro comercial y no deja de llorar. La semana pasada todo fue un revuelo de llamadas telefónicas y visitas, de preguntas incisivas y recelosas que cesaron, afortunadamente, el viernes. Solo me despisté un momento, lo juro, se lo juraba a ellos, pero Carlitos siempre fue inquieto y no me dejaba pensar en el regalo de mi suegro, exigente en sus gustos, y el único que me quedaba por comprar. Es posible que el niño estuviera ya un poco aburrido después del todo el día allí y decidiera airearse o mirar de nuevo el coche por radiocontrol en la tienda de juguetes o qué sé yo, los niños son así, impredecibles, y la mayor parte de las veces un tostón, aunque esto último no se lo dijera a ellos, por supuesto, hubieran sospechado de mí vete tú a saber qué tipo de cosas. El caso es que tuve que volver hoy, con todo el jaleo de la desaparición no le pude comprar nada al abuelo.

Y ahora encima esto, tener que improvisar los regalos y pensar en cambiar la decoración de la habitación, no creo que disfrutara con los mismos juguetes y el azul no es un color para ella. Se la veía tan delicada y solitaria en el centro comercial y todo y eso a pesar de los churretes de sus lágrimas.





15 comentarios:

Marga dijo...

Y ya, Feliz o algo y tened cuidado ahí fuera... jajaja.

Besos a todos!

Me voy unos días pero regresaré en breve.

TORO SALVAJE dijo...

Si, que jaleo dan las desapariciones verdad?
Las momentáneas y las definitivas.

Hala, que ya te vale....

Vuelve.

Besos.

Magnolio dijo...

Qué rebicho eres, en lugar de turrón nos tenías que dejar un relato inquietante. Si no fuera porque a tí no te gustan las metáforas pensaría que este cuento es una de ellas a propos de la feliz navidad, jajajaja.

Besos para dos (al menos) hasta el Mediterráneo.

Carmela dijo...

Vuelve pronto Marga. Me ha encantado conocerte.
Beso grande!!
Carmela

EG dijo...

Marga! buen viajecito! te estaré esperando, porque no tengo vacaciones a la vista, andaré leyendo y leyendo. Un beso, yo

Antígona dijo...

Cómo me gusta saber que somos muchos los que componemos la liga anti-navideña, jajaja!

Un cuento inquietante, vaya que sí, pero, ¿quién no se confundiría estos días de compras compulsivas, pensando que hasta un niño puede cambiarse por otro como si fuera un artículo de consumo, un proyectado regalo en el que uno descubre un pequeño desperfecto? O uno de esos objetos que uno compra por la mera obligación de regalar y al final da igual lo que compre, si esto o si lo otro, con tal de quitarse la obligación de encima. Está clarísimo, todo es culpa de la puñetera Navidad.

Resistamos, niña Marga, que las navidades no van a poder con nosotras. ¡Ni de lejos!

Así que pásalo tan bien como te sea posible y sobre todo vuelve, eh?, vuelve ;)

Feliz lo que sea y muchos besos cargados de paciencia!

Licantropunk dijo...

Sería lo último que haría en la vida. Los cambiaría por un perro, no te digo yo que no, pero por otro de sus congéneres: ni loco.
En fin, la navidad sin niños no es nada más que un puente laboral.
Felices fiestas.

Colombine dijo...

está aquí el niño con el coche por radio control y todo. pregunta insistentemente por su tía marga y llora sin parar porque dice que aún le faltan otros diez regalos . no sé qué hacer . por favor vuelve pronto.

DaliaNegra dijo...

Pásalo bien,lagartija,ojalá puedas huir de estas fiestas para gozar de otras.Besos***

Marga dijo...

Ajá, Toro, qué lío de desapariciones, me ponen de ese humor, ya... jeje. Tú sí que sabes, encanto.

Magnolio, jajaja, viste? y eso que no me gustan las metáforas pero va a ser la costumnbre, jajaja.
De regreso ya y a por la semana...
Besos a otros dos!

Carmela, idem, hay algo bueno en este juego de los blogs, sí...

Emmagunts, es lo peor que llevo de éstas fiestas, el poco tiempo que me dejan para leer!! suertuda...

Antígona, yo con las navidades sigo a caballo de las emociones y de la racionalidad. Las primeras me llevan, la segunda me convierte en el pitufo gruñón pero... no tanto. Ay! estoy esquizo!! jajaja.
Y sí, esa era la idea del cuento, el intercambio de bienes de consumo... a que soy bruta? jeje.
Besos resistentes, Antígona múa.

Marga dijo...

Licantropunk, diste en el clavo, la clave son los niños, si te rodean es difícil resistirse a su ilusión... marditos roedores!! jeje


Colombine, ahh, yo no sé nada de nada, entrégalo a las autoridades, rápido, antes de encariñarte con él que luego es peor...

Dalia, en ello estamos... al menos en el intento!

Tomás Serrano dijo...

Diálogo (versión española) entre el Profesor Fate y Max en "La carrera del siglo" de blake Edwards:
-¿Quién era?
-Niños. Solo niños y más niños...
-¡Que estúpidos son!

NoSurrender dijo...

Es que la vida moderna es tan estresante. Además, ya se sabe que el Sistema necesita renovar continuamente el consumo. Usar y tirar :P

Besos y feliz año!

Ricardo Miñana dijo...

Muchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis económica
pase de largo.

¡¡Feliz año 2011!!

Un abrazo.

Curiyú dijo...

Y al final, la pagó el abuelo.