lunes, 24 de enero de 2022

Días de enero

Y otro día de enero enelquesolopasancosasbuenas y van ya muchos junto al Selenita, pero pareciera lo oportuno, la ruta que elegimos sin ton ni son pero que procuró una mano presta, un pensamiento al vuelo, una respuesta acertada o un destello de ingenio y seductor. Ese desgaste que es sólo tiempo, pero no cansancio. Ni tarde ni pronto y seguimos caminando.

Ahora que los aniversarios nos crecen decidimos celebrarlos igual, son fechas y el gusto es nuestro, debería contar, creo, creemos. Fue un pueblo medio vacío y con frío, un castillo y blasón desde la ventana y el Almanzor si te fijas, carreteras rectas y al cantar, lagarteranas sooomos, bailar con las manos en el embotellamiento, fue pereza y dejar que el tiempo pasara sin atraparnos, sin razón y dulzura, Robert Plant y Alison Krauss, ¡otro álbum nuevo! un vino blanco, o dos, grullas, veremos cientos, dices, y al final se quedan en unas menos, bastantes menos, abrazados por el frío y el gorro calado, y pasarán por el este, ni siquiera por encima, baches y caminos imposibles de barro y boñigas, ¡huyamos!, mira, podrían aparecer los comanches como si tal cosa, y regresar ateridos, calentar de pies en alfombras gustosas y que llegue el momento de los relatos, la alpinista catalana, por ejemplo, esta te va a gustar, mi heroína desde este momento, Silvia Vidal, cómo no envidiar su sangre fría y temple en soledad, yo, la loca de los peines y gregaria, a veces las palabras y una historia tras otra, su facilidad para enhebrarlas y la precisión de datos y mi fascinación, toda pies ya calientes y boca abierta. 

Y amanecerán los pájaros – de los dos es a él a quien pertenecen- y parecerá verano.




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