martes, 22 de marzo de 2016

De baúles y seres vivos

Hace unos meses llegó Otra para hacer compañía a Una. Otra es joven, hiperactiva y se dedica, como cualquier gato que se precie, a tirar cosas empujando con sus patas y a ser recalcitrante. Sus cualidades irán apareciendo con el tiempo pero de momento es más una molestia que confortable. Estos días ya tiene un rincón propio en la casa aunque sea una  simple caja de botas por vaya usted a saber qué conexión mental y felina seducida por un cartón. La única virtud reconocible en Otra hasta ahora es su falta de elegancia y modales gatunos al dormir, suele hacerlo panza arriba y estirada. Me gusta imaginar en ella cierta rebelión hacia su sexo y especie, similar a la mía. Hacia el tópico que los define como animales desconfiados, quisquillosos pero siempre distinguidos o las formas recatadas y educadas que se suponen deben mantener las damas.

Los gatos se dejan estar y esa es una cualidad que admiro en cualquier ser vivo. A veces quiero pensar que yo también la poseo. O sólo sea presunción, seguro, pero lo intento. Al menos.




Ando leyendo Las bostonianas de Henry James. Los pocos ratos que araño consigo dejarme llevar por su forma de contar, intentando comprobar qué visión podrían ofrecer a un escritor los primeros pasos feministas en una sociedad tan tradicional como la de Boston a principios del siglo XX. Y me gusta imaginar cierta ironía en su forma de describir a los personajes pero sin que el retrato deje de lado cercanía o respeto hacia sus ideas. No en vano James mantuvo amistad con algunas escritoras de su época, mujeres independientes que imagino no estarían muy en desacuerdo con los postulados planteados en la novela.  En cuanto acabe el libro veré la película que ya me está esperando. En los últimos tiempos leer un libro para a continuación ver la adaptación en cine se está convirtiendo en un experimento divertido. No siempre resultan estar a la altura pero me divierte.

En un par de días me escaparé con J a zascandilear por el campo y pequeñas ciudades castellanas donde el románico sea el protagonista junto a las buenas viandas. Elitista en pantuflas que es una. Y ya sabéis, os diré lo de siempre, mejor sería disfrutar sin celebrar la exaltación del sufrimiento de un tipo que al fin y al cabo nunca conocistéis y que según todos los indicios, advierto, nunca conoceréis. Pero para recalcitrantes las creencias. Sobre todo si hay jolgorio y muñequillos. Ya.

Ea, pasadlo bien os dé como os dé, panda.




10 comentarios:

El peletero dijo...


Esa forma de dormir de su gata tiene su qué y su interés. Pero no sé si las apariencias engañan o bien nos empecinamos en querer pensar lo que nos conviene o aquello a lo que estamos acostumbrados a pensar, que los gatos son eso o aquello, así o asá, simple pereza mental, o comodidad, o sencillamente que nos gusta estar equivocados porque en el error contumaz se vive también muy bien.

Tampoco sé decirle si a las mujeres independientes de la época de HJ estarían o no de acuerdo con los postulados que planteaba el autor, entre otras cosas porque no he leído “Las bostonianas”, pero sí sé que a HJ le gustaba proponer dilemas morales y conflictos de intereses que en cualquier sociedad son el fuego que la hace bullir y que en lo esencial no cambian aunque cambien los tiempos.

En fin, le haré caso y no haré penitencia porque no es necesario ni hace falta, ya sabe que en el mismo pecado se encuentra y convive.

Sea buena, y besos de Pascua que ignoro cómo deben de ser pero por probar…

Marga dijo...

Peletero, cada gato es un mundo como diría aquel, pero su naturaleza felina les confiere unas características un tanto marcianas que sin embargo son comunes al resto de su especie. Más o menos como nosotros? que la cosa natural va a funcionar así.

Y a mí me da que sí, que estarían de acuerdo porque además de escritoras eran mujeres inteligentes y no podían por menos que desear unas ideas que iban a su favor y que despertaban una lucha, imagino yo. Pero sí, estoy de acuerdo en usted en que a James le gustaba proponer dilemas, aunque más sociales que morales me da a mí, y ver qué pasaba con sus personajes. De ahí que siga siendo un autor que merezca la pena y que nos seduzca igual que en su momento.

Peque, señor mío, o haga penitencia. Ya sabe que soy un poco marimandona pero en el fondo me quedo con la gente que me ignora y hace lo que se le pone. Como debe ser.

Pues yo le mando besos de Equinocio que como buena bruja será lo que celebre, jeje. Besos en cualquier caso, ya sabe.

Carmela dijo...

jajajaja la verdad es que Otra tiene una forma de dormir muy suya, más bien parece que se está desperezando.
No he leído la obra de HJ por lo que no voy a opinar, ea, pero como tu misma dices un poco de hacer lo que se me pone. Lo que sí, eso de leer y luego sine, te dirá que últimamente lo he hecho y aunque casi siempre me dejan cortitas las adaptaciones, algunas haylas.

Ese viajecito que vas a hacer, lo tengo anotado entre mis yo quiero...espero poder hacerlo algún día, y ya te contaré.

Besos y que lo pases bien, con o sin pantuflas.

Anónimo dijo...

¡Gloriosa Otra! Me encanta su manera de descansar. Los gatos son seres importantes en la vida de una. De momento han pasado por mi vida tres gatos y los tres como bien dices, tres mundos distintos. La gata que habita a mi lado en estos momentos no puede soportar que hable mucho por teléfono, y maúlla a mi lado como si no hubiera mañana... hasta que cuelgo.
Qué buen hobby. A mí me encanta. Yo ni he leído Las bostonianas ni he visto la película de Ivory..., otro asunto pendiente. Yo lo último (creo ya te lo comenté): leí Reflejo de un ojo dorado... para ver cómo había sido la adaptación cinematográfica de John Huston. Y me gustó bastante cómo lo hizo. Y es que Huston es maravilloso, por ejemplo, en su adaptación cinematográfica de Los muertos de Joyce.
Yo estos días entre torrijas y potajes..., la semana santa trae también gastronomía. Ole y ole.

Beso
Hildy

Marga dijo...

Carmela, sí, ella es así, doña posturas, jeje.
Yo probaría con Henry James pero eso, desde la esquina del "porque me da la gana", ya sabes, jajaja.
El viajecito no ha estado nada mal. Eso sí, esta semana a dieta, ufff, qué bien se come, coñe! y lo malo es la cantidad de gente que había en todos lados pero es Semana Santa y parece inevitable, ays. Así que te animo a ese viajecito pero sin fiestas señaladas...
Besote!

Hildy, jajajaja, qué gata más genial! no estaría mal tener una así al lado algunas veces... Y sí, son seres galácticos pero maravillosos para compartir vidas.

He terminado el libro así que en cuanto tenga un ratillo me pongo con la peli. Ya te contaré...

La de Huston también la vi tras leer ese cuento y me sucedió como a ti, no me decepcionó... La de Los muertos la tengo pendiente, ajá. queda apuntada.

Torrijas, ufff. Potajes yo ni uno que le echan bacalao y lo odio, jajaja.

Besote!

TORO SALVAJE dijo...

Ya has vuelto.
Todo es temporal...

Que tranquilicas deben haberse quedado esas pequeñas ciudades castellanas.

En cuanto a Una y a Otra... me has hecho recordar a Justiniano.

JUSTINIANO 41

Una nueva familia
se ha instalado en el edificio
y Justiniano muy ilusionado
a pesar de no tener dinero
les ha preparado con cariño
una sorpresa culinaria
como regalo de bienvenida
y todo iba realmente bien
hasta que la familia remilgada
ha abierto el tupper
y han empezado a chillar
como una jauría de desequilibrados
porque se ve que no les gusta
a los marqueses de la exquisitez
el gato hervido a fuego lento
y menos si está aún por pelar.


Besos, jajaja

Marga dijo...

Jajajaja qué pedazo bruto eres!!

Sádico! pobre gato.

Le voy a pedir a Otra que te arañe la cara sin compasión...

Besos, loco matagatos.

Licantropunk dijo...

Desfila el crucificado y la mayoría del público no siente el menor reparo ante la visión de su tortura, ahíta la concurrencia por una imagen familiar desde la cuna. La Semana Santa es hoy día puro suceso turista, gracias a Dios, ja, ja. Y al fin y al cabo si no hubiera procesiones, sería un puente largo más.
Saludos.

Marga dijo...

Licantripunk, eso, gracias a dios, nunca mejor dicho, jajaja. Pues sería la fiesta del Equinocio de primavera que suena más florido y hermoso, no? jajaja. Las fiestas paganas tienen un no sé qué. En cualquier caso sería igual: fueras donde fueras todo lleno, ufff.

Saludos!

miquel zueras dijo...

¡Eso, a pasarlo bien! Yo también he acogido un gato en casa, negro, le he puesto de nombre Jabberwocky, como el incomprensible poema de Lewis Carroll porque los gatos suelen ser incomprensibles para los humanos.
Saludos!
Borgo.