jueves, 12 de febrero de 2015

Perder la aguja de marear. La que fuera (I)


Todos somos locos los unos de los otros.
Luis Vélez de Guevara

Recién comenzado el año podemos hablar de inicios, jugar sabiendo que no es más que eso, un juego, por poner pistoletazo de salida y de llegada, preparados listos ya y qué bobería.

La primera escapada, al frío, una costumbre elegante esa del frío me pareció siempre a pesar de gorros, botas y el andar como muñecos en almidón. Viaje en tren y maletón repleto de jerséis y calcetines gordos, todo para que J acabe haciendo el ganso al cruzar los semáforos, imitando al señorín verde que camina. La atracción de las señales y su verticalidad, pienso. Única excusa plausible para celebrar años y velas. Y ya es, quién lo diría antes de ti, señor de todos los mapas -los míos- con tu disfraz en altura. 

El primer libro, Espartaco, de Kirk Douglas o de cómo la caza de brujas fue algo más que la paranoia de un funcionario fanático. Más bien se trató de la infamia llevada a cabo con el consentimiento de un país y la indiferencia de sus ciudadanos. El fin de algunas vidas, la ruina de otras tantas y en general, la vileza, como diría Orson Welles, de amigos que traicionaban a otros por salvar sus piscinas. Todo en nombre de la patria, esa fea y obscena palabra. También de cómo llevar a cabo el proyecto de una película ya que Douglas fue  productor además de protagonista. Los dimes y diretes entre grandes actores, egos y anécdotas que llegan incluso a nuestro país y el dictador (que según el revisionismo histórico de algunos hoy en día, no lo fue tanto. Y já). Muchos de los extras que aparecen en las batallas pertenecían al ejército español, muchachos que hacían la mili y se vieron embarcados en el proyecto. -Entre ellos el padre de J, en aquel entonces un mocetón y soldado que hubo de afeitarse el bigote porque en un romano no. Hazaña familiar, y me encanta que me la cuente.- Y el imbécil del dictador y su séquito poniendo trabas que se resolvieron con una oportuna y cuantiosa aportación americana a los capitales de su doña (más conocida por Lacollares. También imbécil y vil, sí). Éstas y otras historias, interesantes y jugosas si el mundo del cine te lo llega a parecer.

El primer gineceo del año. Siguen teniendo rodillas luminosas mis mujeres, siguen bastándose a sí mismas.Y pueden llegar a beber como estibadores mientras hablan de todo lo divino -poco, por no decir nada- y lo humano, aunque esto último en un tono más descreído cada vez, razón aquí: el lastre de la realidad si lleva años encima. Pero ahora que ya no salimos a asustar, canta El Lichi, se lo recito entre risas y lo piensan sin añoranza, examinando el trecho, sin más. Otra ronda, por favor, y chasquean la lengua después del trago antes de morderséla  al tiempo y sus despeines, todas a una.
Si tuvieran que tener autor mis mujeres estarían escritas mano a mano entre Cortázar y la Atwood con algunas correcciones de Carver. Sin duda.




(Continuará...)

18 comentarios:

El peletero dijo...

Me hubiera gustado ver a sus mujeres saliendo a asustar con sus rodillas luminosas.

Marga dijo...

La rodillas siguen pero no, ya no asustan. Pero a cambio se ríen más que nunca y andan más despreocupadas...

Eran la bomba, eso sí, palabrita, jajaja.

Un beso y una rótula

Anónimo dijo...

Hola Marga, ya que mencionas a Cortazar como escritor de tus mujeres de rodillas luminosas, me ha venido a la memoria que fué un gran admirador de la obra de Cocteau donde en "Los niños terribles" menciona la ambigua relacción de amistad-amor-admiración entre los jovenes personajes de fuertes rodillas sucias y costrosas como heridas de guerra que marcan la masculinidad y el estatus en el grupo

Marga dijo...

Anónimo, ¿me recomiendas ese libro pues? No he leído nada de Cocteau. ¿Debería remediarlo? Y no, no valen frikis que me he negado a perder el tiempo si de lectura se trata, jeje.

Y puedo llegar a entenderlo, claro, con lo bisexual que soy en cuanto a amores y admiraciones de rodillas se refiere. Las rótulas me pierden si sostienen unas neuronas sexys, con o sin costras.

TORO SALVAJE dijo...

Los estibadores de hoy en día son metrosexuales, hacen pilates y se ponen crema para las arrugas.

El mundo se ha venido abajo, Marga.

Besos.

Anónimo dijo...

Hola Marga, aun que no sea la persona más indicada para recomendar a una buena lectora ningún libro, creo que con Cocteau no me equivoco. Solo he leído "Opio" y "Los niños terribles" de éste polifacético y comprometido escritor de su época. Por cierto, últimamente consulto diferentes páginas sobre críticas literarias y observo una desangelada ausencia de obras italianas de posguerra, a pesar del alto nivel y el gran peso que representa para la cultura europea, sin menospreciar a la literatura exterior. ¿Hemos olvidado a Pavese, Moravia, Fogazzaro, Bassani, Pirandello? Espero que se animen las editoriales y reediten sus obras. Un abrazo Marga. (Otro día hablaremos de los escritores frikis)

Marga dijo...

Toro, y eso que no sé si los ha visto coquetando descaradamente con los marinos mercantes... ufff, un sindios, ya te digo, un Sodoma y Gomorra oceánico es lo que tenemos encima.

Besos arriba!

Marga dijo...

Anónimo, me da que a lectores "tarados" andamos a la par... jeje

Y bueno, pasa con muchos autores y literaturas, con el mismo Cortázar que mencionábamos hace poco: o no se habla de él o si se hace es para hacerle de menos. Me temo que son modas pelín culturetas y casi siempre marcadas por la juventud de los autores de esas páginas y la conexión que estos tienen con editoriales, quienes practican una falta de riesgo de aupa a la hora de publicar y "redescubrirnos" autores o literaturas dejadas de lado.
¿Y no crees que también podría llegar a haber una lectura política en todo esto? El término "comprometido" que has mencionado podría a darnos una clave, ¿no te parece?. Tiempos en los que el compromiso da miedito mamá y parece un concepto trasnochado salvo si designa el pensamiento único. O lo mismo es que soy muy puñetera.

El verano pasado, por cierto, leí La novela de Ferrara de Basanni, editada por Lumen en un sólo tomo. Era la primera vez que leía a ese autor y lo disfruté de lo lindo. Un magnífico libro. Asi que no puedo por menos que estar de acuerdo contigo: es una lástima que los tengamos olvidados.

Anónimo dijo...

Querida Marga, tomo nota del libro YO SOY ESPARTACO de Kirk Douglas. Ya disfruté en su momento su autobiografía, El hijo del trapero. Y ahora que toca el tema de la caza de brujas y el rodaje de Espartaco, pues me interesa bastante. Gracias por la recomendación.

Y decirte que hasta ahora lo leído de Margaret Atwood me ha gustado muchísimo. Hubo una época en que me leí varias novelas suyas seguidas: Oryx y Crake, El asesino ciego y Alias Grace. ¿Recomiendas algún libro más de ella?

Besos
Hildy

Marga dijo...

Hildy, creo que te gustará, me acordé de ti al leerlo, sé de tu gusto por los libros de cine, claro, jajaja. A veces Douglas parece pelín subidito de ego pero qué narices! cuando alguien llega a esa edad pienso que se le debería permitir eso y más, no crees?
Y sí, tengo pendiente leer el de El Hijo del trapero, desde hace tiempo. A ver si me pongo a buscarlo y no está descatalogado que es algo habitual en los últimos años...

De la Atwood me gustó mucho El cuento de la criada e incluso, si no me lo invento que a veces me pasa por relacionar en exceso y juntarlo con mi memoria pez, tiene adaptación al cine. Una película un tanto extraña si no recuerdo mal. Y mira, la de Alias Grace no me la he leído, la buscaré en la biblio. Gracias!
También te recomendaría sus poemas pero eso ya si te gusta la poesía.

Un besazo!

Anónimo dijo...

Hola Margan, no puedo estar más de acuerdo contigo con la observación que haces sobre la "peligrosa" mezcla entre compromiso y fanatismo y sí, dá un poco de "yu-yu", aunque el compromiso al que me refería de Cocteu es de tipo cultural. Se relaccionó con las tendencias pictóricas de la época, Escribió sobre la obra de Picasso e incluso rodó varias películas. Desconozco si el compromiso tambien era político, aunque siendo miembro de la Real Academia Francesa... Cambiando de escritor-ra cada vez que leo alguna referencia sobre Atwood, me viene a la memoria la Munro. ¿Qué opinas de ella? Me entusiasmó tanto cuando empezé a leerla que me extraña que otros lectores no babeen aun que sea un poquito. ¿Frikis? ¿Has leido a Sergio de la Pava? Me dijiste que lo harias... ¿Y la Conjura de los necios?...Ya hablaremos...

Anónimo dijo...

En el anterior comentario, donde dice "Margan", léase Marga. Espero pronto tus observaciones y comentarios.

Darío dijo...

Qué decirte, querida Marga, se ve que en dictaduras estamos iguales en todas partes, y todavía tenemos engendros que las recuerdan con nostalgia. Un abrazo.

Carmela dijo...

Te dejo un abrazo.
Y un beso.
Hermosas rodillas.

Marga dijo...

Anónimo, no te preocupes, me gusta lo de Margan, es casi como un Morgan pero para mí, jajaja.

Me leiste mal, yo sí creo en la utilidad del compromiso en la vida, con la gente, conmigo misma y por ende, claro, en las ideas. Y hay un largo camino que separa esto del fanatismo, más bien, me da a mí, que concierne a la coherencia. O eso me gusta pensar. Pero cualquiera sabe, jeje. Tiempos raros estos nuestros, ya te dije.

Y claro que me gusta, entusiasma, apasiona y admira la Munro... y tampoco entiendo porque no babean con ella todos los lectores del mundo, jajaja. De hecho aparecerá mencionada en mi siguiente post, aunque sea de pasada.

Y Sergio de la Pava está en la lista, ajá, sólo que no lo tienen en la biblio y aunque hice una desiderata me da que van a pasar de mí. En cuanto a comprarlo... me hice la promesa de no adquirir ningún libro más hasta que en la montaña de "pendientes" queden dos o tres libros por leer. Y para eso aún queda. Pero está apuntado, palabrita. Y te contaré impresiones sobre él.

Y con la Conjura... uffff, es un libro que leí con 17 años y no me gustó nada de nada. Soy consciente de que tendría que volver a leerlo (no eres el único que me habla de él, menudo tostón me dan mis amigos desde hace años) pero le tengo un poco de tirria desde aquel entonces. Sigo pensando que su personaje está tan lejos de mí como lo estuvo. Y sería largo contarte mis teorías acerca de ese tipo de escritores-personajes.
Tal vez le dé otra oportunidad o tal vez, no, queda tanto por leer...

Marga dijo...

Darío, claro, parece ser común al ser humano: la vileza de unos pocos, el asentimiento de otros muchos. Y no hay fronteras en esto.
Besote!

Carmela, jajaja, y las tuyas, corazón, las tuyas también que si hablamos de luminosidad y ojo... ufff.

Licantropunk dijo...

Le tengo ganas al libro de Kirk Douglas, un actor que ha vivido tanto y de forma (seguramente) tan intensa, que seguro que es un libro que hay que mascar y disfrutar. Y si encima sirve de excusa para darle un vistazo a la Historia patria, pues mejor que mejor.
Saludos.

Marga dijo...

Licantropunk, se disfruta, sólo que como decía en los comentarios, de vez en cuando se le sube el ego de más (se lo ha ganado al menos, no? Otros con mucho menos... pues eso).

Pero sí, me lo he pasado requetebién con él.

Otro que no sé si habrás oído de él, "Big Time: la gran vida de Perico Vidal" de Marcos Ordoñez... echále una ojeada a la contraportada si no lo conoces. Me da que te puede llegar a interesar y pasártelo pipa.