martes, 23 de septiembre de 2014

Y dijeron que los bisontes ya no existían

Apenas un par de días, eso es lo que nos queda para mudarnos acompañados de nuestros enseres. Y sueño con el momento en el que la inquietud, el trasiego, el frenesí de cajas y muebles sea sólo un recuerdo.

Desmañada, con una expresión un poco extraviada, lo confieso, cada tarde canturreo: ¿qué cosa es una casa?  Y me obligo a recordar que las casas tienen también su mecánica, un quehacer propio que exigirá de nuestra aplicación y estudio, conseguir un plano detallado de sus rincones y las grietas en un desplegable a todo color y a escala.

En esa escala estará el quiz y como somos conscientes a ratos nos sorprendemos mirándonos  con un ojo entrecerrado y un pulgar levantado, cada uno en un extremo del salón.  Yo hago trampas y calibro con el ojo vago, prefiero disimular, de momento J sigue siendo la medida de todas mis alturas y no tiene mucho sentido el convencerme de que una mudanza vaya a cambiar la proporción de algo.


He llegado a apreciar estas escenas de western de pacotilla que montamos sin venir a cuento, la única forma de pasar las situaciones traumáticas con un mínimo de dignidad es hacer el indio. Y en eso estamos.







17 comentarios:

Darío dijo...

Creo que me gustará hacer el indio. No sé qué es, pero trata de andar en pelotas? Por la casa, digo, que nunca es sólo la casa, sino un montón de dimensiones imperceptibles como telas de arañas que nos inquietan... Un abrazo.

El peletero dijo...

Pues lamento mucho, por así decir, que tenga usted que pasar por ese mal trago que significa una mudanza, ya hace dos años de la mía y todavía no estoy recuperado del trauma que supuso y los sentimientos que desencadenó, el peor momento de mi vida fuera de las muertes de mis personas queridas. Además de la falta de comprensión de muchos y de algunos y algunas que deberían haber estado cerca y que no lo estuvieron. Cada uno llora sus muertos, no los de los otros, y cada uno se lamenta de sus mudanzas, no las de los demás.

Es así.

Que le sea leve, Marga.

Besos hogareños.

Marga dijo...

Darío, se me olvida a veces que algunas expresiones hechas pueden ser confusas cuando pasan de un país a otro. Aunque no puedo evitar que me encante, es ver crecer un idioma, verdad? jeje.

Hacer el indio significa hacer el payaso, el bobo, comportarte como un niño. Lo cierto es que no sé de dónde proviene su significado, quizás de las pelis de vaqueros e indios que veíamos en la infancia y los juegos que eso provocaba. Lo que sí me da es que debe tener un marcado carácter racista (en sus inicios, no desde mí, eh? jajaja) y seguro que era por hacer de menos a los vapuleados indios.

Y tienes razón, dimensiones como telas de araña que nos inquietan. Me lo copio, jeje.

Un abrazo te va.

Marga dijo...

Peletero, en mi caso son más los nervios del jaleo que supone. No es que sea especialmente maniática con el orden pero verlo todo así, desparramado, y luego pensar en volverlo todo a su sitio, y el lío y el cómo y el dónde y... uffff.

Es una cuestión de orden práctico, nada más. El cambio me produce ilusión y sé que estarán todos donde tengan que estar mañana. Hasta es posible que los tenga que mandar un poco lejos que ya me los conozco yo y por ayudar acaban por volverme loca, jeje.

Ays la levedad, ojalá!

Besos con cambios

TORO SALVAJE dijo...

Yo me mudo también contigo.
Vale?
No me dejes en un container ni me regales a Cáritas.
Si?

Besos.

Licantropunk dijo...

Me he acordado inmediatamente de un poema de Dario:
Destino de piedra (II)

Le llevo flores
a su estrenada casa
y no se inmuta
no se conmueve
quizá debajo
de su atavío de piedra
una trama espantosa
destierra de su piel
escalofríos.

Es uno mismo el que debe mudarse. De casa, de muda, de todo, pero sobre todo del yo.
Saludos.

Carmela dijo...

Ufff vaya ajetreo y relíos que trae una mudanza. Pero bueno, si es para bien, el jaleo lo merece, y en un plis plas todo como debe estar, no?, jajaja bueno quizás un pelín más, pero antes o después todo llega. Y si mientras te lo pasas como un indio, pues mejor que mejor.

Un beso de caja vacía.

BEATRIZ dijo...

La casa es el universo a nuestro alcance.
Cada cambio es una nueva dimensión. Hemos viajado algunas veces en el universo y puede ser inquietante cada vez, pero al final de cuentas encontramos el espacio a la medida.

Saludos.

Marga dijo...

Toro, vale, siempre habrá un hueco para ti en mi vida. Y de donarte nada!! eso sí, deberás contribuir a la economía familiar que está el tema muy achuchao... hace?
Y regar las plantas, eso también.

Beso y hueco!

Licantropunk, buenos versos!
Y estoy de acuerdo contigo, es tan sano "cambiarse" de vez en cuando... no sea que acabemos por creernos y eso no!

Saludos te van.

Carmela, ha sido duro pero he sobrevivido aunque aún quede mucho pero... ya es menos! jeje.
Eso sí, me duelen hasta las pestañas y eso que cinco fornidos (y guapos, jeje) eslavos me ayudaron pero no, lo peor llega luego, ays.

Un beso con cajas pendientes.

Beatriz, en eso estamos, tomando la medida a nuestro nuevo universo. Al final venceremos, me da a mí.
Saludos!

TORO SALVAJE dijo...

Vale.
Pago y riego.
Pero con la condición de que no hables todo el día como una pescadera, eh cotorrilla..., hecho?

Marga dijo...

Puffff, asegurar eso mira que es complicado... vale mentir para enredarte?

y lo que te ibas a reir??

TORO SALVAJE dijo...

Reír?
Si?

Vale.
Voy.

miquel zueras dijo...

Una mudanza es un poco como morir y renacer de nuevo. Te deseo toda la suerte del mundo en tu nueva dirección. Me ha encantado el título del post, es muy J.D. Salinger.
Saludos! Borgo.

Amapola Azzul dijo...

Me gusta esa canción.
Besos.

Amapola Azzul dijo...

Las dos canciones, la de tu poesía y la de tu prosa, y la de tu alma aquí.

DaliaNegra dijo...

A estas alturas ya te habrás mudado, lagartija, y supongo que la roca que te cobija tendrá su orden y su concierto...
En una mudanza lejana me dió por dinamitar mi pasado y tiré todo salvo mi ropa,jeje, luego comprendí que uno lleva eso incorporado a la osamenta y que la dinamita ha de aplicarse a otro tipo de objetos.
Besos y perdona de nuevo mis ausencias. No te olvido.***

Marga dijo...

Miquel, gracias. Ahí vamos, sin arrancarme el pelo asi que muy mal no va saliendo... jeje.
Un saludo!

Amapola, gracias. Y sí,la canción es genial, verdad?

Dalia, más concierto que orden, de momento... ufff, qué de tiempo lleva!
Estoy contigo, la dinamita mejor a otro tipo de historias pero sí, tentaciones he tenido de todo al garete, de hecho sigo conteniéndome! una mudanza te muestra lo absurdo que es este coleccionar y acumular que nos traemos.

Yo tampoco me olvido de ti y por supuesto que perdonada estás, ni se me pasa por la imaginación tenerte en cuenta las ausencias! faltaría más!
Un abrazo y varios crujíos.