viernes, 29 de agosto de 2014

Se descalza arrojando los zapatos

Informan:

Las grietas seguían en su sitio, la escarcha del congelador también –se resistía a desaparecer salvo que se ocuparan de ella, qué tozudez la suya- y las cartas en el buzón, un tanto desesperadas ya –le pareció- al borde del suicido arrojándose al vacío desde la rendija casi repleta.
En el apartado de seres vivos, la gata Una – dejando claro con su elegante y felino desdén que no le gustaba el abandono ni siquiera temporal - y las plantas,  con la tierra y burbujas de agua, esperando su voz y no la de sus amigos, que con amabilidad se prestaron a garantizar su supervivencia. Pero no es lo mismo, Marga, no es lo mismo. Nadie como tú para ejercer con tu descuido  la tarea de conservador de faunas y floras.

En el catálogo de conocimientos adquiridos cuenta haber descubierto que las aves son dinosaurios no extintos. De repente ha llegado a sentir algo de temor reverencial si un pájaro revolotea cerca de ella. O que las recreaciones que hasta ahora existían de los dinosaurios pudieran no ser ciertas -vaya novedad, todo un sindios el mundo de la Paleontología y parecidas, de ahí su encanto y misterio-  y estos peliculeros animalejos bien hubieran podido estar cubiertos de plumas o algo similar, filamentos atávicos. Pierden ferocidad y ganan en exotismo. Mucho más cucos, dónde va a parar. Pollos gigantes, J. dixit.
O de como la energía y la curiosidad innatas en los niños se logran desactivar gracias a cachivaches electrónicos de todos los tamaños. Por entero, lo ha comprobado. Junto a esa posibilidad se desactivan también las conversaciones, las vacaciones conjuntas y, en general, el poco interés sobre otro individuo que pueda sentir a estas alturas cualquiera que no levante la vista para mirar alrededor. Sin aburrimiento no hay invención- es una de sus peregrinas ideas- así que a veces piensa que el mundo parece abocado a una lenta parálisis y autofagocitación tecnológica. Ya. Le gusta ponerse tremenda. En ocasiones ve dramas, ¿y qué? dice ella.

En la categoría de los hechos confirmados cuenta de la ambigüedad de los paraguas y la poética de su uso; o el placer voluptuoso de volver a bañarse desnuda en el mar. Si J. está a su lado ese placer recibe el nombre de lujuria y, sin perder las formas, consigue olvidar el respeto a todo un señor mar; también asegura que sólo debería hablarse de vacaciones si, al menos una o dos veces al día, se  cae en la cuenta de que no se necesita estar en ningún otro lugar ni situación que no sean los de ese ahora. Satisfacción y ronroneo; habla, también, de que llegar agotado a una playa es la mejor forma de sumergirse en el agua y así sentir el cuerpo y el pulso de la sal; o de como Siniestro y Quique González engranaban a la perfección las curvas, el verde y el ánimo de ellos dos mientras iban de un lado a otro en coche; que Gijón siempre será el lugar donde sienta que lo mejor está por llegar y al mismo tiempo estará ocurriendo. Esa paradoja que echaba de menos sin ser del todo consciente.

Y qué decir de sus lecturas veraniegas aunque optará por hablarme sólo de Zweig y El mundo de ayer. Que se le ocurre empujaros a que corráis a leerlo de no haberlo hecho ya. Que le parece de esos libros imprescindibles -de existir estos que ella opina que no, ya lo dijo antes- para contemplar la vida y el mundo y tomar perspectiva dentro de la Historia, esa que nos arrastra a pesar de nosotros mismos y consigue malograrnos entre idas y venidas, implacable y atroz en ocasiones.

Para terminar, suelta que cada vez siente que está mas de acuerdo con la Yourcenar cuando dijo que los libros no ayudaban a entender la vida, que era la vida quien conseguía hacernos entender algunos libros y te conducía a ellos.


Y luego se calla. 

Qué cosas.



Si estáis por Madrid os recomiendo pasar por la exposición de Cartier Bresson en la Fundación Mapfre de Recoletos. Merece la pena y tanto.

12 comentarios:

Carmela dijo...

jo, Marga, ya te echaba de menos, leer a esa señora que de vez en cuando se cuela en tu casa y nos cuenta su peregrinaje, de esa manera tan especial y que tanto me gusta. ¿Y tú?, que pasa, por donde andas?, jajaja.
Me alegra verte de nuevo por acá y leer tus vacaciones.
Un beso de dinosaurio volador.

ahhhh y que bueno sumergirse en el mar tal cual, verdad?, lujuriosa, jajajaj.

Colombine dijo...

Bienvenida a la casa!!!!!!!!! dicen los otros seres casi vivos que también te estaban esperando detrás de cada post.

El peletero dijo...

Qué suerte tiene usted, querida Marga, de poder soltar su lujuria a pasear por una playa, a mí me gusta, mejor dicho, me gustaba más hacerlo en un bosque al lado de un río. Mi lujuria ahora forma parte, como todo o como casi todo, del mundo de ayer, como mi melancolía y como mis vacaciones que siempre son pasadas y nunca futuras, igual también que la escarcha de las neveras a la que le cuesta desaparecer.

Tiene razón la Yourcenar y su amiga al citarla para luego callarse, no hace falta decir nada más porque no puede decirse mejor.

Me alegro que haya pasado unos días felices.

Besos de reencuentros.

Darío dijo...

Leo libros sosos, supongo que así está bien dicho para ustedes. Pero te leo a vos y no puedo evitar la sonrisa ni la admiración. Hay que aplaudir a todo aquel que puede analizar la realidad y que además escribe tan hermosamente bien. Juguemos a aburrirnos para inventar, bañémonos desnudos para incendiar, vivamos para leer. Mis aplausos van como gaviotas a través de los océanos putos.

miquel zueras dijo...

Bienvenida, Marga y hay que ver como iba de tapadita la gente en la playa hace años. Mis lecturas han sido "obligadas" por dos libros de los que me han encargado sus portadas: "El perseguidor" (Cortázar) y "La hierba roja" (Boris Vian)
Espero que hayas tenido muy buen verano.
Borgo.

Marga dijo...

Carmela, pues yo, ya ves, aguantando a esta petarda, sus rabietas y sus llantos diarios al tener que volver a la vida de esclava, según dice. Qué jartita me tiene, madredelamorhermoso!
A mí también me encanta reencontrarme contigo, hay lujos a la vuelta, ya ves.

Besos de dinosauria pecadora!

Colombine! siempre me soprende tus reapariciones (y me encantan, que conste!)
Un beso de ser a ser vivo.

Peletero, la suerte no existe, dicen, es sólo lo que toca y cuando toca. Y sabe que le entiendo en el resto.
Y sí, tras las palabras de Yourcenar no se me ocurriría decir nada.
Me alegro del reencuentro. Un beso!






Marga dijo...

Darío, si hablas de esos libros que se leen sin que dejen rastro (ni para bien o para mal) sí, dices bien, son libros sosos.

Y deja de ruborizarme, bicho! (gracias muchas)

Un abrazo de mar a mar.

Miguel, para ser obligados... no han estado muy mal, no? al menos el de Cortázar, a Boris Vian no lo he leído, pero no debe ser malo, no.
Espero que tu verano también haya merecido la pena.

Saludo te va!

Sara dijo...

Yo creo que los libros ayudan a entender la vida peor también que la vida ayuda a entender los libros y que lo especial está precisamente en ese equilibrio. Un saludo :)

TORO SALVAJE dijo...

Imagino las medusas huyendo aterrorizadas...

Licantropunk dijo...

A "El mundo de ayer" ya le tengo ganas, ya, igual que a otras cosas del austriaco, pero nada, será otro verano. Y sí, el verano fijo que ha pasado desapercibido para muchos que no han levantado la vista del smartphone. Allá ellos.
Saludos.

Marga dijo...

Sara, siempre los equilibrios, ya.

Y eso, no tomar nada al pie de la letra. La literatura es literatura y a los escritores les encanta inventar y jugar con las palabras, jeje. Mira la Yourcenar.

Saludos.

Toro, ya veo, todo el verano entrenándote para ser más bicho aún, no?
Y no había medusas, listo!
Un beso de cachalote.

Licantropunk, me da que te gustará.

Y sí, allá ellos. Me dan pena los peques, esos sí, porque digan lo que digan si a un crío le das oportunidad y caña, mandan las pantallas a tomar por saco pero... en fin.


Saludo!

BEATRIZ dijo...

Se dice mucho sobre los cachivaches tecnológicos que atrofian la imaginación y curiosidad de los chicos, pero yo creo que son parte de la curiosidad humana. Cómo podría yo haber encontrado este texto si no?, pero sabemos que toda acción tiene efectos y consecuencias, positivas y negativas.
Un texto para pensar.

Saludos y un placer.