jueves, 10 de abril de 2014

No siempre Plutarco tendría razón, vamos, digo yo

Y qué hacer cuando lo único que realmente apetece es huir, huir de veras y sin medias tintas, dejando -o no- rastro y dejando -o no- un océano de por medio. El caso es huir, me digo, y con las poses que caracterizan a esta especie nuestra de seres a la deriva, perdidos ya antes de embarcar, con la impostura que nos acompaña cada mañana al contarnos la mentira de ni un día más, esa farsa, digo, me empuja a huir pero no te lo crees ni tú, una voladura controlada, como quien sale a por tabaco dando una vuelta por el barrio sin ir más allá de la panadería de la esquina y para qué.
Y entonces todo son excusas y ya no es una huida, apenas unos días para escapar de estas fechas que ensalzan el martirio y el dolor -qué poco empeño en la vida hay que tener, se me ocurre, con lo cara que se vende la alegría-.  Pero yo, dueña de un alma de saldo que exige celebrar la carne y sus deseos a la menor ocasión, intentaré deleitarme con ellos sin necesidad de ir demasiado lejos. Caprichos hay y toca permitírmelos.

Por último, yo os recomendaría esquivar a las imágenes en paseo tan típicas de estas fechas pero como dicen que son libres manifestaciones del acervo cultural o no sé qué marrullería por el estilo pues cada cual hará lo que le apetezca y bien está. 


Ea, viva el regocijo y que se os dé bien estos días.




Navegar es necesario. Vivir no es necesario.
Plutarco


8 comentarios:

Darío dijo...

Celebrar la carne y sus deseos... A veces dan ganas de ir a comprar pan o tabaco y no volver, perderse en mares de otras carnes como experiencia salvífica. Un abrazo, M.

TORO SALVAJE dijo...

Mucho hablar, mucho hablar, y seguro que eres la más aplicada de la Cofradía de la Vírgen Borracha.

Besos, jajajjajajaa

Marga dijo...

Darío, tú sí que sabes, amigo poeta... jajaja.
Abrazo te va.

Toro, pssssss, no creas, a mí las vírgenes me dan grima y las Cofradías ya ni te cuento, repelús, yuyu guambivolongo, jajaja.

Aunque como lugar de culto me gustan los bares, por supuesto, eso sí, pero es que dónde va a parar!! jeje

Besos dipsómanos e iconoclastas

Licantropunk dijo...

Escaparé de mi ciudad carpetovetónica para cambiar el color tierra por el color del mar, mar brumoso del norte de España, cuanto más brumoso mejor. Escaparé de esas "imágenes en paseo", pero, me temo, toparé con ellas, porque hasta en el último rincón hay un trozo de madera que airear. Me temo.
Saludos.

El peletero dijo...

Yo creo, querida Marga, que estas fechas no ensalzan ni el martirio ni el dolor, tal vez se lo explicaron mal o diferente de pequeñita, a mi me contaron otra historia que no tiene nada que ver con ese manido tópico anticristiano, pero en fin, eso va por familias o por barrios.

El caso es que ya ve, según parece todos de vacaciones huyendo de algo que no sé yo, no lo digo por usted, si saben de qué huyen, si lo supieran me imagino que ya no tendrían de qué huir, ¿no? Digo eso porque, a lo que a mí se refiere, no me siento nada incluido en esos seres perdidos y a la deriva de los que habla ni siento tampoco que deba huir de algo. Mi barrio se ha poblado de filipinos católicos que le han aportado coherencia, sentido, son gente trabajadora que ya huyeron de su país en su momento y ahora no tienen dinero para volver a huir de nuevo. Es gente sonriente, afectuosa, afable, todo lo contrario de los autóctonos, malhumorados, maleducados, acobardados y empobrecidos, y no me refiero solamente a la pobreza económica.

Dese esos caprichos que dice, hágalo, hará bien. Yo haría lo mismo si tuviera humor para darme caprichos, pero últimamente estoy muy soso.

Besos carnívoros

Marga dijo...

Licantropunk, el Norte, ummm, ese mar y su fuerza. Y sus brumas, no hay brumas como las de allí... disfrútelas!
Y siempre hay maderas, ya, lo bueno es que también hay termitas cojoneras, jeje, mejor quedarse con ellas, no cree?.
Saludos!

Peletero, pues no sé, a mí me explicaron poco de pequeña, lo crea o no, decidieron que eran explicaciones que superaban mi entendimiento (como si pudieran llegar al entendimiento de alguien, pensé luego, pero es que mis padres tenían muy buenas intenciones y confiaban demasiado en el ser humano) y que mejor ya llegaría yo, y eso, pues llegué, por mí misma, suele pasar. Eran otro tipo de métodos y que me llevaron a ver lo que veo cuando se habla de catolicismo y costumbres pelín bárbaras para mi gusto. Snob que soy, no digo yo que no. Pero que sí, que cada cual ve la feria como le va y esta, sencillamente, no es para mí. Esta a años luz de lo que yo considero interesante y no digamos ya necesario para vivir.

Y tiene suerte, a mí me entran ganas de huir muy a menudo, aunque ni siquiera sepa de qué. Como sentirme a la deriva o perdida, también me sucede. De todo hay en la viña y me encanta que en su caso no. Tiene suerte, de eso que se libra, a veces no es precisamente agradable. Pero otras tiene su puntito, el inconformismo tiene su precio, imagino. Al menos el mío. Además no sé qué haría de no ser por esos tipos perdidos, casi todos mis amigos lo son y lo más divertido suele ser ponernos a buscarnos unos a otros, jeje.

Como decía aquel grupo de rock de mis años mozos, "maneras de vivir". Así.

Al humor hay que hacerle caso, soy consciente.

Un abrazo soso pero contundente!

Besos



miquel zueras dijo...

Marga, acabo de volver del norte, del brumoso San Sebastián y la más brumosa San Juan de la Luz. Allí he pasado muy buena Semana Santa y espero que también disfrutaras de tu huida norteña.
Saludos. Borgo.

Marga dijo...

Aggg qué envidia!! San Sebastián se lo tengo prometido yo a una delicia de mujer que de vez en cuando pasa por estos pagos...

Saludos!