viernes, 30 de marzo de 2012

Cabezas de chorlitos






"Lo que hace auténticas a las mujeres es la maternidad". Acabáramos, señor Gallardón. Este pensamiento borra de un plumazo todas mis reflexiones, y dudas, acerca del hecho de ser mujer. Que esta aseveración provenga de alguien a quien le cuelgan sus atributos sexuales y con querencia a colgar crucifijos, me confunde, no puedo evitarlo. El verbo colgar me coge un poco a trasmano. Entiendo, señor Gallardón, que esos hechos conllevan calzar ciertos trajes, trajes que nunca estuvieron en mi armario. Curioso que a estas alturas intenten desordenarnos las perchas. De nuevo.





Pero le advierto que no deja de ser un planteamiento peligroso, señor mío. Si se trata de elegir localizaciones corporales, pudiera yo situar mi autenticidad como mujer en cualquier otra parte que marque mi singularidad femenina y no en el útero. De hecho en mi caso particular, y si no me asistieran el sentido común y el conocimiento de ser mujer -yo sí, señor Gallardón, yo si lo soy y puedo hablar con conocimiento de causa- podría asegurar que mi autenticidad deviene de mi clítoris. Él me resulta mucho más útil. Sí, ya ve, se puede elegir, se puede optar por dejar la maternidad a quien disfrute de ella y seguir siendo mujer. O esa pensaba hasta ahora.




Aunque para ser sincera le confesaré que siempre me llevó un poco de cabeza eso de definir mi feminidad. Casi debería estarle agradecida por haber centrado mi condición de una forma tan simple. Ahora me explico muchas cosas, mi tendencia a hablar como un carretero, la lucha por tener autonomía e independencia económica, en general el tratar de defender el criterio y la madurez de mi pensamiento , con patadas de ser necesario, y hasta el rechazo a los tacones o mi gusto por beber directamente de un botellín de cerveza, apoyan su tesis y se suman al rechazo a la maternidad -la mía que no la suya o de quien guste practicarla- y por tanto mi sexo en tierra en nadie. El problema, señor mío, es que Marga anda en medio de toda esta historia y ella sabe que la condición de mujer no es quien mejor la sitúa, es mujer per se y el resto es una construcción de experiencias y de ideas que son quienes realmente otorgan definición a su existencia. Que a veces, y sólo según los tópicos al uso, podría inclinar la balanza hacia un quehacer masculino y otras un femenino, pero siempre, siempre, siendo ella misma incluso a pesar de ella misma.




Por todo esto, señor Gallardón, permítame advertirle que se le ha visto el plumero. Que su reforma de la Ley del aborto es una chapuza y que en ella prima una concepción religiosa de la existencia, la suya, y un paternalismo que me infla las narices. Que no necesitamos defensas ultraterrenas y sí políticas sociales que defiendan y faciliten el derecho a la maternidad. De quererlo, insisto. Y que guarde sus opiniones acerca del hecho de ser mujer para sus sobremesas caseras, no necesitamos más gurús que iluminen nuestro entendimiento. Por extraño que le resulte nos bastamos nosotras mismas para situarnos en nuestro sexo. Porque de aplicar su línea de pensamiento, la autenticidad de un hombre estaría en su capacidad de soltar imbecilidades acerca de las mujeres. Y hombre, tampoco es eso, que respeto a muchos de ellos.

17 comentarios:

El peletero dijo...

Es lo que yo digo siempre, lo más parecido que hay a una mujer es un hombre, y viceversa. En ambos las imbecilidades, y las cabezas de chorlito, están también muy bien repartidas, como casi todo.

No se ofenda, Dª Marga, no es necesario ni vale la pena, esa clase de manifestaciones son batallas entre soldaditos de plomo. En nuestra propia casa, y a la vuelta de la esquina, tenemos otras declaraciones que sí atentan de lleno con la más mínima y elemental dignidad de la mujer y que conculcan directamente las leyes más básicas.

Saludos.

Nunca he comprendido bien cuál era la razón de la buena fama, para algunos, del Sr. Gallardón, todo el mundo es lo que aparenta, siempre es así.

TORO SALVAJE dijo...

La frase no tiene desperdicio.
Ha quedado retratado.
De por vida.

Besos.

Marga dijo...

Peletero, sin ir más lejos, la de veces que yo soy imbécil o me da por ejercer de cabeza de chorlito. Todos tenemos nuestros días y no hay rigurosidad en el día a día, por mucho que lo ambicionemos. Ya nos gustaría.

Y sí, sé que no debería indignarme tanto (mi tensión, ays, mi tensión) tiene razón,ese día a día sí que erosiona. En mí y en muchas otras mujeres que no tienen mi facilidad de respuesta porque el medio en el que vivo me lo permite y no tengo mayores consecuencias que no sean las dialécticas, o casi. Pero aún así, los dos sabemos que las leyes y la política son el peldaño donde se asienta el pensamiento de una sociedad, al margen de cada cual la aplique o no. Lo único que nos separa de sociedades como la de países escandinavos (por poner un ejemplo de lo que yo considero puntos de partida en cuanto a formas de hacer) es precisamente eso, leyes y políticas sociales. No creo que en conjunto sean más tolerantes o “civilizados”, sencillamente sus políticas moldean sus formas de hacer (vale, otra cosa que influye es el nivel de renta, no lo olvido. Pero también Dubai y no hay color) y de entender las relaciones entre sus ciudadanos. No hay más que observar leyes como la del divorcio en las que el tiempo acaba por convertir en natural lo que al principio parecía un abismo. Por supuesto, hablo de puntos de partida pero eso ya supone mucho, no cree? Y tratándose de leyes, que no usos, que afectan a las mujeres hay un largo trecho por recorrer en este país. No olvido que nuestras madres tenían que tener el consentimiento de nuestros padres para tener una cuenta bancaria…

Estoy con usted, nunca conseguí entenderlo, siempre dije que era un lobo con piel de cordero y el tiempo no ha hecho más que darme la razón. Aún ayer uno de mis amigos seguía insistiendo en que se trata de un animal político y que le prefiere a otros políticos de derechas más “berzas”, menos "profesionales". Yo, la verdad, como decía mi madre, prefiero las aguas bravas, sé a que atenerme y no se enmascaran.

Saludos sin apariencias, tal cual.

Toro, uys, no creas, si hay algo que nos caracteriza es la desmemoria.
Sin contar que, me temo, Gallardón nos sorprenderá aún más...
Besote.

Colombine dijo...

Bravo , Marga , por tu texto indignado. Pero me quedé preocupado con el folleto del principio ¿de dónde lo sacaste? ¿ No serán acaso las nuevas prestaciones sanitarias que a partir de ahora cubrirá el Ministerio y las Consejerías afines? y otra cosa , para esos tratamientos ¿habrá que pagar?

Darío dijo...

Me mataste con la clitoreidad. Te lo juro, porque eso si que es sacar pecho y darle palizas a Gallardón.
Adónde iremos a parar con estos determinismos atroces???
Un abrazo.

xnem dijo...

oh!

xnem dijo...

Duro con ellos señorita Denos! Le robo el dibujito creo que las enseñanzas de Monseñor José Guerra Campos están cada día mas vigentes -para algunos que nunca las olvidaron-.

El peletero dijo...

Querida Marga, esta es una cuestión difícil de abordar por un hombre porque casi siempre se acostumbra a sacarlo del debate por intruso a no ser que aplauda con entusiasmo y fervor como el mejor de los fans.

Cuando uno está enfadado y se siente ofendido normalmente razona de manera atropellada perdiendo el tiempo es escaramuzas que no conducen a buenas conclusiones para nadie ni siquiera para uno mismo.

Cuando yo me refería a: “En nuestra propia casa, y a la vuelta de la esquina, tenemos otras declaraciones que sí atentan de lleno con la más mínima y elemental dignidad de la mujer y que conculcan directamente las leyes más básicas”, quería sacar a colación eso porque ello también afecta a las leyes:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/21/catalunya/1332353676_889049.html

Me permitirá también la osadía de preguntarle qué opina sobre Anna Smajdor, investigadora en bioética del Imperial College de Londres, que solicita, del gobierno británico, la concesión de fondos públicos para investigar el útero artificial y para con ello "Emancipar a las mujeres del embarazo y el parto, reliquias ancestrales y bárbaras fundadas en el dolor y la opresión”. Algún día, más pronto que tarde, también habrá que legislar sobre ello, no le quepa duda.

Saludos y vigile su tensión, el Sr. Gallardón no es ningún cordero, pero tampoco un lobo disfrazado, pensar eso es volverse a equivocar, una vez más, sobre él.

Carmela dijo...

jajaja Marga, me encantas y eso que eres mujer, no?' y bueno quizás no sea normal que me guste algo más que tu útero.
Dí que sí, dale fuerte a tus palabras.
Besazo,

Licantropunk dijo...

No hay nada más patético que un político de derechas pretendiendo ir de "enrrrrrollao" y de "centrao". A este individuo se le ha caído la careta de golpe, en cuanto ha tenido oportunidad de dar rienda suelta a toda la caspa almacenada. Supongo que era del que menos se lo esperaba la gente: la careta esa que mencionaba.
Saludos.

Marga dijo...

Colombine, sacarlo no sé si lo harán pero seguro que habría que pagarlo!! Pertenecerá a una contrata "amiga". De esas que cobran del Estado y luego de nosotros por partida doble.Me apuntaré al cursillo intensivo, te vienes? jeje
Besos!

Joven cuervo, imagino que pretenden que no vayamos y sí que volvamos. En fin...
Abrazote.

Xnem, pues sí, si no hay problema si no quieren olvidarlas pero pordios que dejen que otros lo hagamos! De una puñetera vez y por todas!

Marga dijo...

Peletero, no creo que sea este el caso. Y de ser así, entiéndanos y discúlpenos, son siglos aguantando que los hombres interfieran y de qué manera!.
Todo dependerá de su comentario, desde aquí se obviaran los de tipo "por mis testículos" y condescendientes, que molestan en la misma medida. El resto se admitirán no sé si con fervor pero desde luego sí con respeto. Aunque luego haremos lo que nos pida el cuerpo que somos muy nuestras, jeje.

Y no creo que yo hable de ofensas, hablo de leyes que es algo un poco más serio. Y esta Ley en concreto es una barbaridad, no sé si desde su punto de vista pero sí desde el mío, el personal y el de género, el social. Admiro su mesura, de verdad, su facilidad para hallarse por encima del bien y del mal, pero a mí me parece que existe algo que se llama denuncia, algo que se llama atropello... y no ejercer mi indignación me situaría muy cerca de la indiferencia. O eso me parece.
En mi caso, de verdad de la buena, estoy satisfecha con mis conclusiones. Suelo estarlo (no siempre, claro) aunque no me asista ningún espítiru zen. Qué le voy a hacer, la imperfección es lo que tiene.

Declaraciones de un ser bestial más, un tarado que encuentra su hueco y refugio en un espacio sagrado. Como tantos otros. No cree? No quisiera que me acusara de usar, nuevamente, a la religión como chivo expiatorio de no sé qué, pero verá, en el marco de lo sagrado es donde siempre hemos tenido más que perder. A los señores con dios les "pone", en su mayoría, lo de situarnos al precio que sea. Nuestro precio, por supuesto, no el suyo.
Y no hace falta irse a declaraciones, la ablación sigue practicándose, en nuestro país de forma clandestina pero en muchos otros avalada por el Estado.

Es la primera noticia que tengo. Así a bote pronto sólo puedo decir que es un disparate y que las razones que esgrime para justificar su investigación son una solemne estupidez. Pero preferiría enterarme mejor, también estamos habituados a que la prensa saque de contexto las declaraciones de investigadores, sobre todo si estas son mujeres y conculcan el mundo masculino en cualquier campo. Es una estupidez de tal calibre que me escama... pero quién sabe? de todo hay en esta viña. Me entero y le cuento.

El señor Gallardón es un señor de derechas de los de siempre, arrogante desde su inteligencia y su cuna y ambicioso hasta el extremo en su hacer político. Pero que esto me haya parecido a mí desde el principio no significa que él no haya tratado de enmascararlo con un tono centrista y moderado. Son años leyendo sus declaraciones...

Saludos!

Marga dijo...

Carmela, en todo esto de los géneros la normalidad es lo que más nos debe preocupar, así que genial que no lo seas!! jeje.

Besos "anormales!

Licantropunk, yo la estaba esperando aunque la verdad es que pensé que en el ministerio de Justicia tendría menor margen de maniobra para hacer de las suyas. Pero no, se ve que tenía unas ganas de quitarse el corsé.... jajaja.
Saludos!

Antígona dijo...

Me has robado el post, niña Marga, jajajaja!

No, la verdad es que no me lo había planteado seriamente. Pero cuando escuché por la radio las declaraciones de Garzón, sí recuerdo haber pensado: esto no se puede quedar sin comentario, sin análisis, sin exabrupto y sin respuesta firme y contundente. Me alegro de haber encontrado esa respuesta en su casa.

Y sí, comparto tu indignación desde las puntas de los dedos de los pies hasta las células más superficiales de mi coronilla. Y la vergüenza. Porque me gustaría saber –si es que no se ha dicho ya- qué diría la prensa internacional sobre las majaderías que nuestro recién estrenado ministro de justicia va soltando ante un micrófono sobre lo que significa ser auténticamente mujer. Me puedo imaginar el sonrojo de la Merkel –y mira que no es ni de lejos santo de mi devoción, pero hasta en algunas cosas elementales se puede y se debe coincidir con el enemigo- y sus ganas contenidas –si no fuera por todo lo que pretende exprimirnos en beneficio del Deutsche Bank- de echarnos de una patada en el culo de la UE.

Quizá este señor todavía no se ha enterado de que el 95% de las parejas de este país –y seguro que me quedo corta en la estadística- utilizan métodos de planificación familiar para decidir cuándo desean tener hijos y cuándo no o si no desean tenerlos en absoluto. Que, por tanto, no es posible ponerse a estar alturas a dirimir si hay que permitir o impedir a nadie decidir sobre su paternidad/maternidad porque eso es algo que YA sucede cada día y cada noche en este país. Y que sean cuales sean sus trasnochadas ideas sobre lo que representa la maternidad para la vida de las mujeres o para la humanidad en su conjunto, esa libre decisión no va a dejar de suceder. Quizá no ha corrido el tiempo para Gallardón y vive aún en la década de los cincuenta, donde sus casposas afirmaciones aún podía tener sentido para una sociedad que iba a la zaga de todo el progreso social que se producía en Europa. Pero en el siglo XXI y con lo que ha llovido desde Adán y Eva y la condena divina del “parirás con dolor”, afirmaciones de este tipo sólo pueden dejar en ridículo a quien las realiza y mostrar sin lugar a ningún tipo de duda su grado de inteligencia política y no política.

Sería mucho, infinitamente más honesto, que Gallardón proclamara en el Congreso que su intención de reformar la ley del aborto responde a que el aborto, según dice la Iglesia, es pecado, y el destino de las mujeres, obedecer a sus maridos y traer nuevos cristianos al mundo. Pero no. Como en el fondo son hasta cierto punto sensibles al hecho de que el mundo ha cambiado desde los tiempos de la Inquisición y la Sección Femenina, no dejan de empeñarse en revestir sus viejas ideas de ropajes postmodernos a ver si se les ve menos el plumero. Pero no es posible. Por mucho que pintes a un blanco de negro, siempre se notará que es blanco.

Ojalá su madre hubiera sido un poco menos auténticamente mujer y hubiera librado a nuestros oídos de escuchar semejantes necedades.

Por cierto, la ilustración de marras se las trae. ¿Les esperaba el electroshock a las que reconocieran poseer buena parte de esos rasgos poco femeninos, como a los homosexuales a quienes se pretendía curar de su homosexualidad? Porque yo a partir de ahora me declaro, y con fundamento, poco femenina, e incluso le regalo mi femineidad al señor Gallardón para que se la meta donde le quepa.

Un beso indignado!

Antígona dijo...

Ups, quería decir "Gallardón" y no "Garzón". ¿En qué estaría yo pensando con respecto a la justicia de este país?

Más besos!

Marga dijo...

Antígona, perdona la tardanza, es que Semana Santa es lo que tiene. Poco de santa y mucho de andar perdida sin pasar por el blog... ays.

Estoy contigo, todo esta profusión de idioteces por parte de nuestro ministro deriva de un único hecho: no admitir de una vez por todas que legislar así es hacerlo desde las posiciones más conservadoras, incluso desde el punto de vista de su santa madre iglesia, y por supuesto mirando desde el triangulito ese que tan corto se nos hace al resto.

Qué harta estoy, que cansancio me provocan... pero sobre todo porque una, desde su ingenuidad debe ser, pensaba que había determinadas historias que ya estaban superadas. De verdad que no podía imaginar que salieran con algo así, tan memez, tan ridículo, tan fácilmente rebatible y tan casposo.

En fin, tiempos para sorprenderse, de eso no hay duda. Sólo que estas sorpresas no me hacen nada de gracia.

En lo de su madre estoy de acuerdo, en lo de la suya y en la de muchos de ellos, jeje.

Y sí, qué manía por ver enfermedades, donde nunca hay tales, y por curar. Qué empeño! eso y la estrechez de su cerebro... eso sí que es enfermizo.

Besotes desde la confusión, tan cercana a la tuya.

Sergio DS dijo...

Sólo con la lámina con la que ilustras tu texto me he quedado perplejo. Bien sentido y bien contado.