jueves, 1 de diciembre de 2011

Y parecen los días majaras

Y siempre hay un hueco para estar, verse majareta y reconocer los zurcidos de los días. Y caminarte, a ti, eso que llaman vida, y acostumbrarse a las pérdidas, todas, las del principio también. Aquella vez que te robaron el lápiz, el tuyo, el preferido sobre todos porque pintaba paraguas y letras en cada rincón del miedo, o esa otra vez que te desapareció un novio que tenía bocetos en los labios de nocilla y nunca llegaste a saborear. Pieles, caderas -aún no pero algún día serán otras, tan cansadas- amores de cualquier signo, los positivos, negativos y los que tendían a cero, mascotas, incluida más de una hormiga adoptada, padres, hermanos, cuentas de un hilo que anduvo despistando cuentas, despiste que no fue el tuyo aunque a veces pareciera. Porque sí, porque fue necesario acostumbrarse a las pérdidas así, de a poquitos -y de a muchos- la muy zorra, la que te camina, la vida, sabe lo que se hace aunque por más a veces pareciera que no.

Y siempre hay un hueco para verse, estar majareta y reconocer los entrelazados de los días. Las plantas perdiendo hojas, aunque me empeñe en buscar la orientación, pared blanca y verde. O mis gatas, tras de mí en todo momento, desubicadas y perplejas, al principio con vértigo desde cada peldaño. Vamos cogiendo el ritmo pero a veces me siento obligada a justificar la desaparición de nuestra independencia: los hombres requieren tratos, les digo, las pérdidas tienen sus temporadas y no os servirá de nada que toméis partido distinto al mío. Me miran con ojos achinados no sé si con pupilas de rencor. Y es que hay hombres que son música, que aborrecen el frío tanto como yo y porque poseen la medida que entiendo, y me la toman sin esfuerzo, la trigonometría adecuada, sin tangentes quebradas, los días ordenados al tuntún y maldiciendo por lo alto lo que tú maldices por lo bajo. O viceversa era.
Si hay que renunciar a algo, monadas, se renuncia y nos quedamos con él.






Y el mundo ahí afuera tan de mentira, de juguete parece, asómate y desprende un olor triste, a miseria moral y poder primario. Impido que se clave en mi mandíbula, refugiándome en la suya.

La que te camina sigue su juego: dar y quitar. Desconcertando su falta de tino al conjugarlo.



14 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Tanta miseria moral por todas partes que me temo que nos ha engullido.

Besos.

El peletero dijo...

La que camina a nuestro lado da y quita y siempre conjuga mal los verbos y los versos.

“Y es que hay hombres que son música, que aborrecen el frío tanto como yo y porque poseen la medida que entiendo, y me la toman sin esfuerzo, la trigonometría adecuada, sin tangentes quebradas, los días ordenados al tuntún y maldiciendo por lo alto lo que tú maldices por lo bajo. O viceversa era.”

Eso buscamos todos, que nos tomen y tomar sin esfuerzo, pero pocas cosas y personas se toman así, todo cuesta y requiere energía y mucha dedicación como los platos aquellos de los malabaristas chinos que se sostenían girando encima de un palillo, había que estar atentos y darles, de vez en cuando, un poco de vibración para que el plato no cayera.

Me gustan sus textos, que parecen sencillos y que no lo son.

Majareta, una palabra de la mejor tradición de la familia Cebolleta y tantas otras.

Saludos.

La miseria moral siempre ha estado ahí, nunca se ha ido, lo que sucede es que antes éramos jóvenes y queríamos inventar la sopa de ajo, ya sabe.

Darío dijo...

Hay tiempos de pura pérdida, y demasiados colaboradores a tu propia pérdida...

Marga dijo...

Toro, pues me niego, resistiré!! jajaja.
Besos de mosquetera.

Peletero, sí, tienes razón, mira que es torpe! o habla con un lenguaje distinto, que nos cuesta interpretar... o si sólo balbucera? eh? qué sucede entonces?
Y sin esfuerzo no creo que merezca la pena nada, estamos diseñados para menospreciar lo "gratis", raritos somos no me canso de repetirlo... por eso es de desear que el esfuerzo tenga recompensa y que el espectáculo del platillo al menos sea vistoso. No crees?

Majareta suena bien, los mejores majaras son aquellos que saben identificar a majaras similares, me parece. De ahí los Cebolleta y doña Urraca desde la infancia. Y a seguir buscando, sopas de ajo incluida.
Y ajá, la miseria moral es la misma de siempre, pero esta temporada ganan los malotes por goleada y con el beneplácito de la afición. Se lo confieso, tengo miedo y no me gusta tenerlo.

Saludos turulatos.

Cuervo joven, colaboradores es lo que nos sobran, ya...

Carmela dijo...

"....y porque poseen la medida que entiendo, y me la toman sin esfuerzo" y eso merece, cualquier reajuste necesario, merece la pena, no?.
Y la vida fuera tan de pena, nos hace reconfortarnos en lo que tenemos dentro.
Me gustan tus desordenadas palabras tan maravillosamente ordenadas, cómo dejadas caer al tuntún sin orden ni concierto, pero siempre entonando una hermosa canción. Un hermoso caos que realmente encierra un perfecto orden.
Besos Marga

xnem dijo...

Abrazo! A ver si me paso mas a menudo por aquí cachis! Hoy pensaba en usted, estaba escuchando un cedé muy chulo, medio blues, yodel, tap dance, himno, etc. Así de sonido roñoso y pantanoso, como usted sabe que me gustan a mi. Gracias!

Licantropunk dijo...

El único aquí que no miente y que parece muy bien saber lo que quiere, es el paisano de la foto...
Saludos.

Marga dijo...

Carmela, siempre he justificado mi desorden asegurando que era un orden personal, pero nunca nadie me creyó...ays. Me encanta ver que aquí sí, jajaja.
Un beso, ricura.

Xnem eres un "descastao", ajá, deberias pasarte más a menudo pero sabes que todito te lo perdono, malaje. Y encima es que no paras, cómo para pasarte!

Licantropunk, ajá, es genial esa mirada a hurtadillas, verdad? me hizo mucha gracia, jajaja.

silvia zappia dijo...

mientras nos camina, el señor de la foto achina los ojos para mirar la otra foto...cuál de las dos damas sos vos?

muchas pérdidas a lo largo, riámonos un poco.

mil besos*

Marga dijo...

Sin duda yo soy la señorona que poco después de la foto se lía a gorrazos con el caballero... jajajaja. Una ya no está para otros trotes, corazón, ays.

Eso, riámonos pues, jajaja.

Besos a gogó

NoSurrender dijo...

quizás el error somos nosotros, siempre tratndo de buscar un significado, una cohernecia, un algo que nos permita dar el siguiente paso. Ay, qué mal me sientan las nevidades.

besos!

Magnolio dijo...

Hábito o aguante, cordura o chifle: con cada una de las pequeñas, y las grandes, pérdidas el porcentaje de llámese miedo, llámese dolor, suma cada día. Es verdad que tenemos útiles artimañas como la belleza, el amor o la risa. A veces, sólo a veces, porque en cosas de neuronas donde nacen los sentidos y sentimientos - dicen los científicos - no hay cautela ni equilibrio, vamos, eso que tú llamas tino.

xnem dijo...

En los días seguro, demasiados, pero hace mucho que no veo zurcidos en la ropa de los transeúntes. Quedaron los rotos directamente, o por moda y lavados a la piedra, o por no hay mas remedio. La iconografía e iconología del pobre del siglo XXI dejará los parches y el hatillo, por el cajero automático y la salida de ventilación del metropolitano como hogar dulce hogar y el carro metálico del supermercado. Bon día!

Marga dijo...

Nosurrender, estoy contigo, sin duda el error somos nosotros...
Ya somos dos!
Un besote!

Magnolio, ajá, y brindemos por esas artimañas, no crees? que sería de nosotros, ays.
Besos sin tino.

Xnem, ni yo misma lo hubiera dicho mejor!
Beso con parche (pero en el ojo, jeje)