miércoles, 2 de febrero de 2011

De marejadas y celebraciones

Escucho a Tom Petty Learning to fly, me gusta la facilidad de sus canciones para transportarme a otro tiempo. Sin embargo ahora es este el tiempo, sucede a menudo, qué cosas. Las mujeres de rodillas fuertes, consecuencia de tanto apoyarlas al suelo con firmeza por no perder el equilibrio después de trastabillar, las que hacen calceta mientras piensan, también tienen sus debilidades. Y la cabeza a pájaros, eso también.

Como decía, ahora es este, el tiempo. Y ahora eres tú, capaz de hacerme reír, que no es lo mismo que hacer gracia, no, esos tipos nunca fueron necesarios: hititas tullidos, cojos de ritmo e ingenio, con la costumbre de paralizar gracejos en mitad de un rostro. Pero yo hablo de hacer reír, la risa que transforma lo real en el descubrimiento de un explorador atravesando icebergs, la ocurrencia que se desliza rompiendo la normalidad del pensamiento convirtiéndolo en otro a estrenar, tu territorio ignoto y personal que pasa a ser mío, tras la risa.

Y fuiste tú, el mismo, en este tiempo pasado, capaz de idear la fórmula para debilitar la raíz de mi pena, amarga y estremecida. Y todo empeño se te hacía poco, merendar con ciclos de Wilder o Berlanga, Mankiewicz, escogidos cuidadosamente por ti -clásicos como clásica es la pena que acecha a los seres humanos- o la atención a mis despertares por no dar lugar al turno de las memorias desbaratando el día. Vigía del dolor y su enrejado que ocultaba el escualo negro de la muerte y mi desesperación que tú mantenías a raya. Porque es infame el abandono en el que te dejan los muertos.

Y sigues siendo tú, ahora, ya, estos días de calles empedradas y subidas a torres medievales. La importancia de los cimientos y necesaria la reconstrucción tras el paso del terremoto de Lisboa. Y así... ahora que la pena ya no reverdece, que la costumbre del tiempo va alejando la desdicha del recuerdo y su semilla pero yo sigo necesitando la piedra angular sobre la que asentar los días. Porque es decencia natural el olvido, decía una poeta. Las poetas, ya se sabe.


Y nunca preguntarse si en el futuro me querrás como hoy, qué necedad, suspiros de estuche con olor a lapicero que las mujeres crecidas no deberían ni contemplar, sólo me pregunto si tu deseo seguirá siendo el de provocar mi risa. Con la misma soltura.



Isla verde de J. G. Mora

12 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Alguien te está cuidando muy bien.
Recuerdo unas palabras tuyas de julio de 2009 y el dolor que sentías entonces.
El tiempo, como dicen, todo lo cura.
Y si es con alguien así seguro que mucho mejor.

Besos.

Antígona dijo...

Porque mira que es un milagro que llegue un ser de otro mundo y nos suscite esas risas que alivian cualquier pena, aunque sólo sea por ahuyentarlas durante el tiempo que dura la risa, durante el tiempo que dura su calorcillo en el estómago agitado, ese calorcillo que destensa la frente y nos asegura un intervalo de tregua frente al acoso del dolor y la tristeza. Y quizá sea precisamente así porque es de otro mundo no anegado entonces por la pena. Pero no de un mundo cualquiera, no cualquiera sirve ni tampoco cualquier empeño, sino de uno muy particular cuyas rendijas, también milagrosamente, parecen coincidir con las nuestras y de ahí la posibilidad de colarse en el nuestro para conmoverlo y agitarlo con la risa.

Entiendo que tengas mucho que celebrar, niña Marga. Y que sigas celebrándolo cada día que pasa porque los pensamientos sigan rompiéndose y los icebergs helados dejándose atravesar para abrir paso a la conquista de nuevos territorios.

Brindo por ti con la copa bien alzada y por las risas pasadas, presentes, y venideras!

Besos chin-chin!

PD. Te cuento de Houellebecq en el post de abajo, que me parece a mí que su nombre se pega de tortas con las risas y las celebraciones… ;)

Carmela dijo...

Quería resaltar un fragmento del tercer fragmento (Y fuiste tú, el mismo.....), pero no puedo, simplemente me quedo con todo él. Qué manera tan deliciosa de decir lo que dices Marga, es especialmente hermoso.

Un beso

Carmela dijo...

Uf, fragmento de fragmento. Creo que me has entendido.Sorry

xnem dijo...

remuak!

Licantropunk dijo...

Cuidado con Tom Petty, que siempre iba con los Heartbreakers...
Saludos.

Magnolio dijo...

Extraña cosa ésta de que me ponga triste mientras te leo de risas. Será que aún no aprendí a mantener el equilibro, o tal vez que tus cuentos están tan poblados que las emociones, las de celebrar y las otras, se me lían y se van por donde no deben.

Marga dijo...

Toro, sí, si que me cuidan y menos mal!! o ese dolor que dejé escapar aquel entonces seguría ahí, como una mala hiedra... ahora es una semilla que nunca dejará de estar, soy consciente, pero eso, el tiempo...
Besotes cuidadosos!

Antígona, eso mismo! la risa que nos calienta y que al mismo tiempo desconcierta porque no llega de nosotros, tan extraña la complicidad y tan necesaria y rica...

Brindo por todo contigo! y dejo otro para hacerlo en directo, jeje.

El libro ya está apuntado y en cuanto despeje un poco el montón me lío con él, asi que ya te contaré... gracias, resalá!

Besos con un Ribera!

Carmela, gracias. En realidad era como aquella canción que decía "te debo una canción"... pues eso, le debía unos versos o al menos unas palabras bien colocadas... jajaja.
Besos!

Xnem, para allá repetons!

Licantropunk, ya, y cómo me gustan todos juntos!!
Besos ou yeah!

Magnolio, normal que te suceda eso, soy especialista en mezcar equilibrios desequilibrados, las cuerdas flojas, ya se sabe, tienen esa naturaleza de sí pero no, esto y aquello... jajaja.
Pero tú no te me pongas triste, arbolillo, tú lleno de brotes que se acerca la primavera...
Beso enramado!

Tomás Serrano dijo...

El peligro de mencionar a Tom Petty al principio es que no me lo quito de la cabeza y termino entrando al trapo. Bueno, bueno. Yo lo empecé a oír cuando casi formaba parte de la "nueva ola" americana, con canciones como "Refugee". Y hace poco tiempo lo he retomado, ya más campero. Excelente su grupo Mudcrutch y buenísimo su último "Mojo". Está en "Appaloosa" junto con mi canción favorita: la de Ed Harris, "You´ll never leave my heart".

Colombine dijo...

ufff qué bueno.

para leer y releer mañana.

también a mí me fascina el poder transformador de la risa .


iluminar al rostro amado


apartarlo , aunque sea un minuto , de la sombra.


besos y risa.

Marga dijo...

Tomás, a mí me sucedió igual, lo retomé hace meses después de años sin escucharle, la música tiene esas vueltas y es lo que la hace tan especial, no crees? Voy a buscar las que mencionas, Ed Harris incluido...

Colombine, eso es, la risa disipa las sombras, incluso consigue que juguemos con ellas...
Risas te van!

DaliaNegra dijo...

Como me maravilla lo que cuentas y como lo cuentas, lagartija.
Y como me alegra que te rias con alguien y que con él explores el universo.Un abrazo largo de lana suave y mi afecto entretejido en él.***